El Centro Cultural Recoleta, posicionándose como líder vanguardista del arte en Argentina, le abrió sus puertas al arte callejero. La muestra “Street Art. Del Graffiti a la pintura”, que comenzó ayer y continuará hasta el 21 de septiembre, nuclea a los principales exponentes de la actualidad en técnicas como graffiti, stencil, pasting (también conocido como pegatina, que consiste en intervenir cualquier espacio con elementos pegados sobre ese espacio, generalmente stickers o afiches previamente dibujados y pintados), y culture jamming (intervenciones en marquesinas publicitarias con diferentes materiales como pintura o marcadores).
El street art, nacido en la década del ’70 en Nueva York y propagado por el resto del mundo, revoluciona las calles de Europa, donde la poca tolerancia dio lugar a la creación de una brigada policial anti-graffiti. En Argentina, la ley tampoco perdona. El Código Contravencional sanciona con uno a quince días de trabajo de utilidad pública a aquellos que enscien el espacio público, además de cargarlos con una multa de entre 200 y 3 mil pesos: la misma pena con que se castiga la prostitución en espacios no autorizados.
Sin embargo, en los últimos meses y a raíz de una convocatoria callejera del estudio Fobos que terminó con una pared de la calle Perón llena de colores, delegados barriales de Almagro se encuentran gestionando un permiso municipal para cubrir los espacios vacíos con pintadas para concientizar a los vecinos sobre la higiene de la ciudad.
En 1983, Argentina volvía a ser un país democrático, y el street art era protagonista de una revolución artística de denuncia: el “Siluetazo”. Así, siluetas pintadas de los detenidos-desaparecidos se multiplicaron en Plaza de Mayo y sus alrededores.
Hoy, este movimiento under ocupa un sustancioso espacio en un reconocido centro cultural, y es objeto de las miradas extranjeras y locales ávidas de arte, que entran en bsca de Quinquela Martín y se encuentran con Pum-Pum, Nasa, BsAs Stencil, Run Don´t Walk y otros íconos del arte callejero que invade las paredes de la ciudad de la noche a la mañana.
Por Magalí C.
Sin embargo, en los últimos meses y a raíz de una convocatoria callejera del estudio Fobos que terminó con una pared de la calle Perón llena de colores, delegados barriales de Almagro se encuentran gestionando un permiso municipal para cubrir los espacios vacíos con pintadas para concientizar a los vecinos sobre la higiene de la ciudad.
En 1983, Argentina volvía a ser un país democrático, y el street art era protagonista de una revolución artística de denuncia: el “Siluetazo”. Así, siluetas pintadas de los detenidos-desaparecidos se multiplicaron en Plaza de Mayo y sus alrededores.
Hoy, este movimiento under ocupa un sustancioso espacio en un reconocido centro cultural, y es objeto de las miradas extranjeras y locales ávidas de arte, que entran en bsca de Quinquela Martín y se encuentran con Pum-Pum, Nasa, BsAs Stencil, Run Don´t Walk y otros íconos del arte callejero que invade las paredes de la ciudad de la noche a la mañana.
Por Magalí C.
2 comentarios:
¡Qué lindo nombre le pusieron al blog, chicas!
¡Sigan así, están re cope!
Agradecemos el comentario que con tan buenas intenciones han dejado en nuestro ya bien afamado blog los amigos de la casa, Cambio de Frente. Sí, está genial el nombre! Ya ganamos un campetonato de nombres de blog y vamos por el bi en cualquier momento.
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