domingo, 2 de noviembre de 2008

La noticia estrella: cuando la publicidad es gratis

Adrián Suar, jefe de programación de Canal 13, sabe lo que hace: sus programas estrella dan vueltas por su grilla de programación durante todo el día, y se promocionan a sí mismos simulando ser noticias del día anterior.

Santo Biasatti y María Laura Santillán ya se han acostumbrado al juego. Es sabido que tanto “Patinando por un sueño” como “Bailando por un sueño” van a formar parte de las notas relevantes del día en “Telenoche”: es imprescindible que la gente esté al tanto de ciertos temas…

De esta manera, sintonizando a partir de las 8 de la noche el canal número 12 de cualquier compañía de cable, o tratando de obtener señal en el número 13 los que no accedieron a la gloria de los 75 canales, uno podrá encontrarse con Adabel Guerrero discutiendo a viva voz con Mónica Farro porque parece que las chicas meten a muchos hombres y ranas en sus departamentos. Quizás también tenga la suerte de ver cómo la tribuna de Tinelli se llena de ex Gran Hermanos, Rickitas, botineras, novias, ex novias, que no tuvieron suficientes segundos de fama y quieren que la cámara los ame un poco más.


El público parece necesitar cada vez menos actualidad, y cada vez más distracción. Lo lúdico se hace presente en los formatos más crudos y duros de la TV, y entonces aparece Karina Jelinek llorando en “Bailando por un sueño”, explicando que ella no sabía que dos dosis de cama solar hacen mal a la piel, que ella no entiende, no sabe, no puede, no nada. Pero, ¡atención, lector! Estas imágenes no son parte de un compacto de Intrusos, a la espera del comentario irritante de Jorge Rial. Existe, y cómo. Rial, Canosa, y todas las copias de sus formatos, que se cuelan en los espacios vacíos de la TV para vender más basura. Pero, en este caso, Karina Olga no es protagonista de Intrusos: su rostro aparece precisamente en Telenoche, que una vez más tendrá como noticia estrella al programa más visto del día.


¿Es que no suceden cosas en el país y en el mundo? ¿Estamos siendo poco originales, siendo menos violentos o declarando menos guerra? ¿O estaremos buscando menos petróleo?
Si nada de esto es válido, ¿en qué se ha convertido entonces la función de un noticiero? Responde Daniel Fernández Quinti, editor de Clarín: “El noticiero debe informar. El inconveniente surge cuando la gente ve la noticia con un código de espectáculos. En ese momento, el noticiero que originalmente era de 30 minutos, se convierte en una revista de noticias de hora y media que repasa los programas del día de ayer”.


Como sea, bienvenidos a la televisión de hoy. Entrada la nochecita, Maria Laura se dibujará la sonrisa, y luego de anunciar que Sofía sigue sin aparecer, pondrá en pantalla a la Tota Santillán revolcándose en el caño.
Por Magalí C.

No hay comentarios: